Algunas recomendaciones para mejorar el sueño:
Los trastornos del sueño, aunque no son patologías graves en sí mismas, producen serias consecuencias en la vida diaria, además del agotamiento físico, también provocan dificultades de concentración, memoria y atención, repercutiendo en un bajo rendimiento y una disminución en las interacciones sociales, profesionales o familiares.
Suelen coexistir o podrían ser el síntoma de otras enfermedades fisicas, que sería importante analizar o descartar por un profesional.
Algunos de los trastornos del sueño:
Síndrome de piernas inquietas, dolor o hormigueo en las piernas con movimientos espontáneos e incontrolables.
Sonambulismo, es mantenerse en un estado semiinconsciente caminando, realizando actividades por la casa o hablar en sueños llegando a mantener conversaciones coherentes.
Terrores nocturnos, son episodios de alto terror, acompañados de gritos, agitación o de sonambulismo.
Hipersomnia es un incremento o necesidad de dormir más de lo habitual.
Narcolepsia, crisis fulminante de sueño en momentos de vigilia.
Ronquido y apneas del sueño, son la obstrucción de la faringe impidiendo la salida o entrada del aire, provocando vibración con sonido.
Pero el más común de los trastornos del sueño, es el insomnio, la dificultad de conciliar o mantener el sueño, con despertares nocturnos o pesadillas.
Los pensamientos o las preocupaciones suelen ser un factor importante a tener en cuenta para mejorar la calidad del sueño.
Intenta dejar organizado tu día siguiente, apunta en un papel las tareas que vas a realizar o aquello que crees importante para que no se te olvide, pero que no moleste a tu mente durante el sueño. Puedes dejar papel y boli al lado de la cama, por si hay algo de lo que te has acordado, para poderlo apuntar y que no esté molestando a tu mente en las horas de sueño.
Unas horas antes de irte a la cama, realiza actividades monótonas que no requieran tu activación física ni mental, para ir desacelerando del día. Realiza respiraciones relajadas y lentas antes de empezar a dormir. Una infusión relajante puede ayudar a inducir el sueño. Leer es una actividad que relaja hasta que empieza el sueño, pero, sobre todo, no intentes forzar el sueño. A más intentamos dormir, menos lo vamos a conseguir.
Las infusiones específicas para mejorar la calidad del sueño, suelen contener hierbas como la amapola, pasiflora, valeriana o las grajeas como la melatonina, contribuyen a la reducción del tiempo necesario para conciliar el sueño.
Una alimentación sana y equilibrada ayuda a mejorar la calidad del descanso. Espaciar la cena del momento de irse a la cama y no realizar comidas copiosas, ayudan a mejorar la digestión por las noches y conciliar mejor el sueño.
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